El gusto por mezclar la danza y el dibujo es uno de los placeres más grandes que puede existir para alguien como yo que así ha vivido toda su vida; que quizás no es la más larga y reconocida, pero es su forma de vivirla. Esas formas escorzadas con ganas de alcanzarte, deseosas de color azul, de brillo, de esperanza, en el lugar donde habitan se encuentran en un estado taciturno o en espera del que vendrá. Son transiciones de tu vida misma de la vida que vez en los demás, negándote el goce de la mirada, obligándote a buscar en sus rostros escondidos o relajados.

A través de ello lograr que el espectador se pregunte ¿qué piensa el personaje? que se aparece frente a él, que se pregunte ¿donde está la mirada? , que valore lo importante de la misma y que pasaría si entre nosotros la perdiéramos. Una búsqueda constante de paz, una forma de buscar esas transiciones de avanzar en ellas. Porque ¿Que es una transición ?para mí es una parte de ti, ya que no todo es el producto final debes saber cómo llegar y disfrutar cada instante de ese proceso. Pero que poco valoramos la transición yo quiero aprender a sentir ese silencio; no solo el suspiro que queda en él, sentirlo en mi ser y de esa forma trascender y no para los demás si no para mi propia superación personal y que de esa manera logre con mi obra esa incógnita en las personas y de allí es un granito de arena para no perdernos en el vacio de una enorme sociedad.

¡Claro que este es un punto de vista personal!

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